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Brunette

vendida como una puta a compañeros y jefesseria una putita sabrosa y se como dar el culo y mamarla hasta dejar a mi principes sin ni una gota de leche, me quedaria el hoyo de mi culito bien rojo de tanta verga ybien rojitas mis sabrosas nalgas de tanto nalguearme por ser una putita bien calientona. entonces para esa ocasion en la noche (no sabia yo lo que me esperaba)Elegí un vestido de lycra bastante corto, de color negro casi transparente. Era muy entallado al cuerpo y dejaba ver bien mis curvas.No llevaba corpiño y la tanga era apenas un hilo dental de color negro. Unas sandalias de tacon alto realzaban mis piernas interminables. No me puse medias, ya que mi piel estaba bastante bronceada todavía, después de tomar tanto sol en el verano. Me miré de cuerpo entero en el espejo y pude ver que me encontraba bastante deseable… algunos colegas que yo no conocía recorrieron mi cuerpo de arriba a abajo con su mirada y tuve el presentimiento de que desnudaban con los ojos cargados de lujuria. Algunas mujeres también me miraron con una expresión bastante libidinosa.Entonces me senté a esa misma mesa entre algunos de los Jefes. Algunas esposas también acompañaron a sus hombres; pero pronto varias se aburrieron de ser solamente testigos del juego;así que fueron retirándose a otro salón donde sonaba música y se podía conversar.Pronto me di cuenta de que era la única mujer sentada a la mesa de juego. También noté que todas las miradas masculinas se posaban en mi escote.Las miradas de todos esos tipos deseando mi cuerpo me hizo excitar un poco. De repente sentí una inusual humedad en mi labia y mis pezones comenzaron a endurecerse.La tela de mi vestido era tan fina, que pronto pude comprobar que mis pezones erectos se traslucían a la vista de todos esos machos calientes…una mujer muy sensual se me acerco y me dijo que tenía una propuesta interesante para hacerme… Su marido acostumbraba a jugar fuerte al poker y generalmente illegal bahis se quedaba sin dinero. En esos casos, apostaba el cuerpo de su esposa como parte de pago, para entretener a los demás jugadores y recuperar algo de efectivo…Le pregunté si su esposo la obligaba a coger con sus invitados para minimizar gastos y deudas; pero Susana (asi se llamaba) me aseguró que solamente se desnudaba para ellos y disfrutaba mirándolos mientras algunos de ellos se hacían una paja.Me propuso a mí hacer lo mismo; pero le contesté que mi marido siempre tenía suerte en la mesa de juego, en especial con el poker… Susana me dijo que la esperara allí. Regresó unos minutos después, diciéndome que mi esposo estaba llevando la peor parte en la mesa. Susana me dijo que la esperara allí. Regresó unos minutos después,diciéndome que mi esposo estaba llevando la peor parte en la mesa. Entramos juntas y comprobé que ella decía la verdad. Mi esposo tenía cara de preocupado. Era evidente que su Jefe ya le había propuesto la solución al problema; pero mi esposo no se animaba a contarme nada. En silencio, subí a una silla y desde allí a la mesa, dejando a los jugadores con la boca abierta.Con movimientos muy sensuales deslicé el vestido negro por mis hombros y después por mis caderas. Finalmente lo dejé caer alrededor de mis tobillos. Me erguí casi desnuda ante todos ellos,ya que mi diminuta tanga apenas cubría mi vulva bien depilada. Todos se quedaron callados; excepto uno de los jugadores, que se puso de pie diciendo que mi esposo había apostado demasiado y, entonces, la visión de mi cuerpo no alcanzaba a cubrir los gastos, El Jefe sonrió con una expresión diabólica en sus ojos y le dijo al hombre que cobrara lo que pensaba le correspondía recuperar.El tipo miró a mi esposo, que seguía callado y mirando fijamente sus manos sobre la mesa. Después dirigió sus ojos a mi cuerpo y sonrió levemente. Se acercó y me aferró por las illegal bahis siteleri caderas, haciendo que bajara de la mesa. Me dejó sobre la alfombra y me hizo girar de espaldas a él y de frente a mi esposo. Entonces me empujó por la espalda, haciendo que yo apoyara mis codos sobre la mesa. mi esposo me miró directo a los ojos, mientras ese tipo me arrancaba la tanga negra. Lancé un leve gemido de sorpresa, pero enseguida sentí un par de dedos invadiendo mi concha humedecida; mientras una pesada mano me sostenía inclinada contra la fría tabla de madera.En medio de ese pesado silencio, su gruesa voz le anunció a los demás que yo ya estaba empapada antes de empezar. Después de un ligero sonido a bragueta abriéndose, una gruesa y dura verga reemplazó a los dedos que hurgaban mi vagina a gusto…Ese hijo de puta me tomó con firmeza por mis caderas y se hundió en mi concha, en una dura embestida hasta llegar casi a mi cérvix. Entonces se quedó quieto y sus manos se deslizaron hasta mis tetas. Mis pezones reaccionaron poniéndose duros, al punto de sentir que estaban por estallar. Enseguida empezó a bombear mi concha con toda su furia. Su pija era bastante grande y muy dura; me hizo gozar como a una perra, pero traté de contenerme para no aullar a gritos y con ello avergonzar a mi esposo. mi esposo no se animaba a mirarme, mientras ese hijo de puta disfrutaba de mi hambrienta concha. Yo seguía callada, pero necesitaba una cogida así…Acabé sin poder gritar, reprimiendo mis alaridos de perra en celo. El tipo lo notó y eso pareció acelerar su propia calentura, ya que enseguida se tensó y me llenó la concha de semen caliente…Se salió de mi cuerpo, comentando groseramente que nunca había metido su verga en una concha tan empapada y caliente…Mi esposo seguía sin reaccionar. Cuando pensé que ya todo había terminado, me estiré para alcanzar mi vestido que había caído al suelo; pero entonces otro de los hombres canlı bahis siteleri se acercó a mí, diciendo que mi esposo también le debía mucho dinero a él… Así desnuda como estaba, me cargó sobre un hombro y comenzó a caminar fuera de ese salón; anunciando a los demás que quería cierta privacidad para cobrar la deuda. Subió las escaleras llevándome sobre su ancha espalda y finalmente entró a un dormitorio vacío.Me dejó sobre la cama y me ordenó que me pusiera en cuatro. Se desnudó frente a mí y me mostró muy orgulloso su verga ya erecta. No era demasiado gruesa como la de su compañero de juego, sino más larga. Calculé que no iba a dolerme demasiado ese tamaño…Subió a la cama y se ubicó a mis espaldas. Me aferró por las caderas y entonces muy alegremente anunció que me la iba a meter por el culo, ya que la deuda de mi esposo así lo ameritaba,.. Me deslicé hacia adelante tratando de escapar; pero sus poderosas garras me sostuvieron, impidiéndome moverme.Pronto la punta de esa pija empujó contra me estrecha entrada anal y yo cerré los ojos; preparándome para recibir su embestida. Me penetró muy despacio, pero empujando con firmeza hasta el fondo de mi ano. Comenzó a bombearme el culo con bastante pasión, mientras yo gemía con una mezcla de dolor y placer. Comencé a gozar como una perra y le grité pidiendo por más y más vergaMe dio con todo, invadiendo mi trasero cada vez más profundo con cada embestida. Finalmente el tipo aulló y vació todo su semen dentro de mi estrecho ano.Me dejó allí sobre la cama, abatida y sin haber podido acabar. Mis dedos se deslizaron entre mis labios vaginales y acariciaron mi clítoris. Justo cuando comenzaba a sentir la llegada de un muy intenso orgasmo, la puerta de la habitación se abrió. No abrí mis ojos hasta terminar de aullar y temblar con esa tremenda acabada. Saqué los dedos de mi conchaahora bien empapada y me los llevé a los labios, saboreando mi propia esencia. Mi adorado esposo estaba allí, mirándome con la misma expresión que había mantenido enla mesa de poker mientras su colega me cogía desde atrás, frente al resto de sus compañeros de trabajo. Le sonreí, preguntándole cuándo sería la próxima sesión de poker?…

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